sábado, 29 de noviembre de 2008

Julián Muñoz

Julián Muñoz es un tipo peculiar. Para empezar tiene una cara dura, (no hacer bromas de mal gusto, por favor), un rostro como de duro de película, gesto fruncido y ceño torcido (¿o era al revés?), y además de fumar como un carretero cuenta con ese bigotito que recuerda a otro tipo de personajillos diabólicos....

En fin. Como varios millones de españoles, anoche no pude evitar ver la entrevista. A ratos, como tú seguramente, comprobé que lo que debía ser un ejercicio democrático y periodísticamente muy interesante como entrevistar al personaje de los últimos años en España (curiosa paradoja), se convirtió en un Salsa Rosa gigante.

Julián Muñoz es un donnadie. Como tantos otros donnadies ha llegado a lo más alto (entendiendo lo más alto como la fama miserable que proporciona la presencia incesante en los medios televisivos). Fue alcalde Marbella, novio de la Pantoja, bla, bla, bla... pero anoche, lo único importante era esto último. Su vinculación con la tonadillera más 'pesá' del mundo mundial.

Si yo hubiera sido el entrevistador de Julián Muñoz no le hubiera dado tregua. Le hubiera preguntado sin piedad para conocer cómo un ser arrogante, inculto, trepa, traidor, borrachuzo y camorrista, puede llegar a gobernar una ciudad malagueña del carácter, relevancia internacional e imagen (en otro tiempo, quizá mejor), de Marbella. Tal vez la respuesta a esa pregunta ya no tiene sentido, ella misma se contesta.
Somos, por desgracia, amantes de todo lo que viene de fuera, que nos parece mejor porque habla más fino, porque se viste con traje y corbata y porque nos engatusa (bonita palabra) con palabrería y clasismo heredado de nuestros propios complejos de inferioridad.

Julián Muñoz no se diferencia mucho de nuestros políticos locales (siéntanse identificados todos, queridos). Aquí, en Chiclana, allí en Marbella, los políticos son la clases con menos alcurnia de todas.
La mayoría de políticos llegan a serlo porque en la mayoría de ocasiones no tienen otra profesión o dedicación, y encuentran en la administración un lugar propicio para robar, mangonear y engañar. Aquí en Chiclana como allí en Marbella, la gente está harta de los políticos.

Estamos hartos de ver las mismas caras, de escuchar las mismas tonterías, de leer las mismas falsas promesas todos los días. El juego de la democracia ha perdido su esencia. Creo que cuando un gobernante se establece tantos años en el poder algo pasa; algo pasa cuando ni siquiera la mitad más uno de los ciudadanos de pleno derecho acude a votar, o cuando ya da igual quien gobieno, porque el interés sigue siendo el mismo.

Pero volviendo a la entrevista de Julián Muñoz de ayer, a ver si podeis ayudarme. ¿Al final se ha separado de la Pantoja?, ¿su ex-mujer le puso los cuernos a él o fue él quien la engañó en el Rocío con la dueña de Cantora?...

Total. Si a nadie le interesa ya el Julián Muñoz donnadie. Ahora es un idolo nacional.
No. Si al final llevará razón aquel que dijo un día que España es un país de carajotes.
De carajotes perdidos quillo...

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