miércoles, 31 de diciembre de 2008

AÑO NUEVO


Acaba el año. Por fin. Hace días que no encuentro fuerzas para escribir solo algo que no sea de mí y mis circunstancias...

Acaba este maldito año. Bisiesto para más inri. Ojalá el que está a punto de comenzar os traiga mejores sabores , más momentos de felicidad, inquietudes nuevas y promesas cumplidas. Es mi deseo para todos los que, de una forma permanente o provisional, seguís esta pequeña ventana que lleva directamente a mi corazón.


Acabo de despertar y he mirado al horizonte. Suelo hacerlo a diario. Hoy el cielo está completamente despejado aunque yo sienta que llueva sin tregua y el viento sopla aún con fuerza pero va perdiendo intensidad.
Creo que es hora de levantar el ánimo; pronto habrá anochecido y la noche más felíz del año será una de las más tristes de mi vida.
Lo superaré pensando en tí. Como llevo haciendo toda la noche. Pensaré en todos los porqués que no tienen respuesta, en el mundo que me rodea y en la sensación de impunidad perdida que tengo desde hace unos días.


Y no dejaré escapar más lágrimas. Hacía mucho que no lloraba tanto por dentro y por fuera por el sabor amargo de la soledad; no pienso seguir haciéndolo. Aprovecharé estos últimos suspiros del año para recordar fragmentos de mi memoria que tenía olvidados, los bonitos y los feos, los tristes y los alegres; los que significaron algo y cayeron en el pozo del olvido o los que fueron pasajeros pero se quedaron grabados a fuego en mi alma. Aprovecharé también esas primeras horas del primer día de 2009 para volver a recordar qué significa ser yo mismo, ser fiel a lo que dicta la cabeza y el corazón, no sé si por ese orden, y para respirar el aire puro del mar. Seguro que eso me trae buenos augurios.

Sólo una cosa más. No suelo pedir cosas, mucho menos al destino. Pero esta vez no quiero resisitirme. Mi único deseo para esta noche es que penseis de mi...
Aunque sólo sea un poquito.