viernes, 27 de febrero de 2009

CUANDO DIOS NO MIRA


Cuando dios no mira el mundo gira más deprisa. Las melodias se vuelven huecas, el mundo se vuelve loco, y todos suspiran.

Cuando dios no mira el cielo es más azul, más cercano, más divertido. Los terroristas se vuelven bohemios, los corruptos legan su dinero ganado con el sudor del de enfrente y los anuncios son más cortos que los de esta noche.

Cuando dios no mira tú me coges el teléfono cuando necesito que lo hagas. Cuando dios no mira gritamos menos, volamos a islas maravillosas sólo con billete de ida, comemos menos comida basura, sonreimos.

En medio del infierno no hace falta bufanda. PP y PSOE siguen discutiendo sobre la titularidad de la hipocresía. Y Garzón se ha vuelto a ir de caza, ésta vez a la calle Génova de Madrid.

Cuando dios no mira el mundo se vuelve más estable, más humano y menos raro, como decía María Jiménez hace unos años. Las ciudades se convierten por arte de magia en lugares ideales para vivir, los centros históricos como el de Chiclana parecen cascos urbanos consolidados, los cafres se sacan el carnet de ciclomotor y se ponen el casco, Barbate abandona su tópico de drogas y el videoclip de reggeaton que están poniendo en la tele ahora es algo menos machista y violento de lo que en realidad parece.

Cuando dios no mira la envida deja de ser el deporte oficial del país. Los políticos trabajan por el interés general en lugar de por un sueldo fijo. Las oposiciones son para quien las merece y el pelo deja de crecerme tan rizado y veloz.

Cuando dios no mira los libros vuelven a oler a libros y no a pegamento. Internet y los móviles desaparecen y sólo podemos estar localizados cuando quedamos, a las cinco, donde siempre. Las cervezas siguen siendo Cruzcampo, el infinito se hace caduco, los incrédulos se vuelven devotos y los bosques dejan de ser lugares inhóspitos.

Cuando dios no mira mi sobrino aprende a hablar pero luego lo olvida porque todavía es un bebé. Cuando dios no mira tú sonríes, la pelota bota en la línea y ganamos el último punto del partido, pensamos que aún rondamos la treintena y ya casi tenemos 32, el miedo se vuelve osadía, la osadía aventura, la aventura utopía, la utopía realidad.

Cuando dios no mira la maza del héroe vasco que destrozó la taberna del diablo la empuñamos todos, cuando dios no mira desaparecen las 30.000 viviendas ilegales de esta república bananera donde vivimos, me arropa mi abuela por última vez antes de marchase para siempre, cuando dios no me mira tú me besas, hay trabajo para todos, el perro de mi vecino deja de ladrar y la chica del primero vuelve a ser madre.

Cuando dios no mira los relámpagos de esta tormenta son los flashes de las cámaras de fotos disparando ocho veces por segundo en la alfombra roja para inmortalizar a Penélope besando su óscar, el sabio se vuelve vulnerable si le preguntan cuando suman dos y dos, cuando dios no mira las descargas son gratuitas, el viento deja de soplar con virulencia y puedo por fin abrir mis ventanas. Cuando dios no mira a los directores de informativos deja de interesarles las noticias de sucesos, me despido de tí y tu abrazo es suficiente equipaje para irme sin rencor.

Cuando dios no mira los malos y los buenos se reconcilian, volvemos a jugar con plastilina, cuando dios no mira yo me giro y pienso. Ya está. Ya se acabó. Pero no es cierto. Cuando dios no mira Freddy no ha muerto, cuando dios no mira la actriz de la última película que he visto sale de su traje de neopreno embadurnada en aceite y se sonroja, cuando dios no mira el horizonte se estrecha, la radio del coche sigue sonando como el primer dia y los kilómetros se nos agotan en el mapa.

Cuando dios no mira el final de las películas americanas nunca es felíz, cuando dios no mira un apretón de manos significa algo más que dos manos sudorosas entrelazadas, cuando dios no mira esos labios nunca se cierran, las palabras nunca se las lleva el viento, las despedidas no son tan tristes y el destino tiene dada la vuelta como si fuera un calcetín.

Cuando dios no mira nadie nos espía, tú te cansas de leerme y no caben más agujas en el pajar. Cuando dios no mira la rendición no es deleznable, ni la emoción criticable, ni la lágrima fácil.

Cuando dios no mira los imanes de mi nevera ya no caben en la puerta de arriba, el perro de peluche mueve otra vez su cola, los casos de asesinato no obligan a buscar cuerpos jóvenes arrojados por animales a ríos cercanos, la nieve es blanca y la cocaína barata. Cuando dios no mira te quedas viendo la televisión, Zapatero se opera la joroba y esa actriz que tanto nos gustaba aprende por fin a decir -te quiero- de forma creíble.

Cuando dios no mira El Jinete Polaco no lo escribió Muñoz Molina, cuando dios no mira nadie me juzga, el supermercado no se ha inventado todavía y vuelven las pesetas. Cuando dios no mira H era Martín en Martín Hache, el oro brilla igual que la arena, los faros no alumbran al alba, las bicicletas no tienen sillín y el agua de las piscina por fin está calentita.

Cuando dios no mira tu respiración se mezcla con los latidos de mi corazón, tu olor corporal viene ahora mismo a mi memoria, Bond se convierte en un héroe de película y esas fotos antiguas en las que estaba con mi hermana en una playa desconocida son, ésta vez para siempre, la imagen de la dulzura y la inocencia.

No hay comentarios: