Gili perdido que soy sigo mirando el teléfono, que sigue sin sonar. Habría dado cualquier cosa por que lo hiciera, pero soy consciente de que es mejor que no lo haya hecho.
Nunca lo hace cuando lo necesito , maldito teléfono.
Y seguramente ha hecho bien en callar. Seguramente ha evitado de golpe y porrazo que mi alma vuelva a posarse donde no debe, que mi confianza vuelva a hacerse añicos, que mis sueños se desvelen y mis desvelos sueñen, como ha pasado tantas veces. Seguramente su silencio me ha recordado hacia donde tengo que mirar.
No, si al final tendré que darle las gracias...
El hombre es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra.
Doy fé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario