sábado, 4 de julio de 2009

MUY LEJOS

Cuando el sol naufraga entre las nubes siempre pienso que somos afortunados.
Desde el cielo puede verse el futuro, pero también el pasado, que es mucho más importante de lo que parece.

Cuando el cielo repite que he vuelto a equivocarme suena el teléfono, pero llevas razón, quizás sea mejor estar muy lejos.



Os dejo un poema de Pablo Neruda, que un amigo me ha recordado sin querer.





Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

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