Odio esta montaña rusa que me eleva y me tumba, odio esta sensacion de soledad al otro lado del cristal, detesto el pretexto, odio las excusas, las llamadas de teléfono a primera hora, el despertar a sólas.
Cuanto más te necesito más lejos estás.
Cuando el día acaba sin noticias tuyas tengo la sensación de que he vuelto a perder la batalla, de que mi cielo sigue sin estrellas, de que el infierno se ha vuelto frío, de que mi vida terminará esta noche a más tardar.
Odio esa sonrisa a medias, ese requiebro del destino, el destello de las luces de los coches, la revuelta de los campesinos, la vida que no me dejan vivir.
Cuando más te necesito tú te vas muy lejos.
Odio los abrazos rotos, los abrazos que no nos dimos, las caricias fingidas, las manos envueltas en papel de celofán, odio las miradas furtivas que no siembran nada, las consultas inventadas, el olor a papel y a tinta estresada.
Cuanto más te necesito más lejos te marchas.
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