Al fondo del precipicio uno no recuerda ya sus fantasmas.
No tiene sentido pensar, ni siquiera lamentarse.
Mis fantasmas han muerto, se han ido, han vuelto a la celda de donde no tuvieron que salir jamás.
Al fondo del precipicio uno no recuerda ya sus fantasmas.
Sagres. Febrero 2010.
Más cerca del fin del mundo que nunca.
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