martes, 16 de marzo de 2010

UNA VIDA PRESTADA

Una vida prestada, uns céntimos en el bolsillo, la chaqueta raída por el paso del tiempo, el pelo canoso, las manos llenas de nada, el incienso apagado, las luces del alba.

Una vida prestada, caminando sin destino, pidiendo a gritos un abrazo, recordando aquellos viejos tiempos en los que los indios nunca ganaban a los vaqueros.

Cuando Maria abre los ojos la vida pasa en un instante. El color del mundo, las cifras prestadas, la noche que nunca acababa, el destino nos tiene reservado ciertos privilegios que la razón no alcanza.

Una vida prestada. Susurros desprestigiados, kamikaces de la historia, despertares al alba.

Una vida prestada. Sangre, sudor y alguna lágrima.

María jugó y perdió. Apostó y se quedó sin blanca.

Una vida prestada. La suya. La mía. La de los dos.

No hay comentarios: