PACO GONZÁLEZ

Revuelo, mucho revuelo ha causado el cese guión renuncia de Paco González como director del programa Carrusel Deportivo en la Cadena Ser.

Personalmente, considero que cuando el periodista se convierte en la noticia, malo.
Pero peor aún es cuando éste es vilipendiado por su empresa, que no sabemos con exactitud si ha sido éste el caso.

Yo sólo os contaré una anécdota, sin más trascendencia quizás, pero que me hizo reflexionar.

A Paco González y en general a todo el equipo de Carrusel lo sigo desde hace tiempo. Me gusta escuchar los comentarios de los partidos, me gusta cómo comentan éstos.
Además admiro a gente de reconocido prestigio y que llevan tantos años en la radio como ellos.

Sin embargo, un buen día mi apreciación del propio Paco González y de otros "monstruos" de la Ser y ahora de la televisión como Manolo Lama, cambió. Fue en la presentación de la nueva temporada (con fichajes y nueva programación), que la cadena de radiodifusión española realizó en Chiclana, hace un par de años creo recordar.

En la rueda de prensa correspondiente, con los jerifaltes de la Ser debían estar también los rostros (todos presentadores) con más tirón del medio. Sin embargo, y aunque Paco González y Manolo Lama estar, estuvieron, lo cierto es que dejaron mucho que desear.

Recuerdo la cara de sueño (eran sobre las doce del mediodía), de ambos. Bajaron de sus habitaciones (juraría que alguien los avisó un par de minutos antes), con cara de haberse pegado la juerga padre, con cara de importarles un rábano lo que allí se iba a contar, con cara de decir, "yo estoy por encima del bien y del mal y me la suda lo que vayais a contar aquí"; los dos vestían con camiseta por fuera, estaban desaliñados, y hubieran dado lo que fuera por irse a tomar un café.

Cierto es que este tipo de actos de empresa son un tostón en sí mismos. Pero también es cierto que, en la misma mesa que los dos periodistas deportivos, estaban también Genma Nierga, Angels Barceló y Carles Francino, reputados profesionales igual de mediáticos o más, y que sí estuvieron a la altura, sin poner un mal gesto, aguantando el chaparrón como curritos auténticos, atendiendo con amabilidad al resto de medios que hacíamos nuestro trabajo, tratándonos de igual a igual en las entrevistas personalizadas posteriores, etc, etc.


Como os dije antes, esta historia no deja de ser tan sólo una anécdota que, aunque pueda parecer lo contrario, no cambió mis hábitos de escuchar Carrusel cada domingo.

No entro a valorar lo que ha pasado estos días entre la dirección de la Ser y Paco González. Por supuesto no voy a defender a la empresa antes que al profesional.

Yo solo digo que no siempre uno puede permitirse el lujo de vacilar, de atender los compromisos con camisa por fuera y de decir lo que le venga en gana cuando quiera.