Un rinconcito imaginario donde juntar letras y dejar salir frustraciones. Espero que os guste.
jueves, 17 de junio de 2010
CANCIÓN DE CUNA
La arena no se baña. Lleva tanto tiempo en la playa que no le hace gracia el agua.
Al fondo a la derecha, siguiendo los pasos de viajeros perdidos, de militares sin uniforme ni fusil, oteando en el horizonte el faro de Trafalgar, con nudistas a cada lado y algas en los tobillos, tu rostro se acerca a mi y te extraño.
Qué mas puedo pedir si el mar estaba liviano, quieto, dulce. Ni angustia, ni hambre, ni sed. Sólo tu compañía.
La playa desierta, el sol aprieta pero no ahoga, Quique González aún resuena en mi cabeza, o acaso será el efecto de las cervezas. Es difícil estar más de tres días resistiendo la tendencia a ser un platero.
El tiempo parece detenido, los gatos no llevan cascabeles, la crema solar se reparte a partes iguales, te cuento quién somos ahora, cómo está mi vida, que siempre estás en este rinconcito de mi corazón.
Una ola me recuerda la de veces que nos dijimos adiós, que un día te extrañé tanto que no me merecía el cielo. Que ya era tarde para recuperar el tiempo perdido a tu lado.
Neblina en mis ojos. Las horas pasan y las dos lesbianas con un perro que acaban de sentarse a unos metros me miran mientras se besan. Las dos saben que te extraño.
Disfraces escogidos al azar, monedas de latón, jardines de palacio, nadie a nuestro alrededor.
Mi teléfono gime y tú me das la mano. Estás aquí, ahora, como aquella vez de niño con tu pan y tu chocolate, como siempre. En el fondo no te fuiste jamás, ¿verdad?...
Canción de cuna. Pavel Núñez.
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