Un rinconcito imaginario donde juntar letras y dejar salir frustraciones. Espero que os guste.
jueves, 8 de julio de 2010
CUANDO
Cuando respires sin aire, ahí estarás tú.
Cuando montes a caballo sin silla, cuando pedalees sin zapatos, cuando conduzcas descalzo y la arena pique, queme, arañe.
Cuando las nubes sepan a algodón, cuando los niños correteen por el pasillo, maldita sea.
Cuando vueles sin motor, cuando caigas al siguiente renglón, cuando juegues entre bancos sin patas, de madera o piedra, cuando metas gol y te pongas de portero, cuando añores, extrañes, demores, sientas, pierdas, ganes y todo vuelva a comenzar.
Cuando las máquinas se traguen mi moneda, cuando la orilla de la playa aparezca y desaparezca, cuando el viento se vuelva jamón serrano y la tortilla de patatas fría sepa mejor.
Cuando viajar no sea una obligación. Cuando bajes el cristal para decirme adiós. Cuando me beses.
Cuando respires sin aire, hagas sonar tu vieja flauta, toques las teclas de aquella vieja máquina de escribir, o, simplemente, divagues.
Cuando todo acabe, cuando ya no tenga sentido mirar hacia atrás, cuando se nos acabe la suerte, cuando la música suene y tú y yo no podamos dejar de bailar.
Cuando dejes de esperar a quien nunca vino, a quien nunca vendrá, y ya no te quede ni un poquito de aliento.
Cuando seamos mayores, y perdamos nuestra esencia, olvidemos lo que se sabemos, lo que nos grabaron a fuego en nuestras almas.
Cuando nuestros corazones se muevan sin sentido, cuando la sangre ya no fluya, cuando la luz no entre en el camino y los pasos a ciegas nos sirvan para lograr la paz.
Cuando respires sin pensar, cuando dejes de amar.
Solo entonces dejaremos de añorar, de esperar, de platerear, y por tanto, dejaremos de ser, de existir, de vivir, de soñar.
Michael Bublé.
Dedicado a quienes esperan sin esperanza pero sin desesperar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario