CARTAS DE AMOR (cuando ya no hay amor)

Hay días en los que estas malditas teclas no sirven, en los que el miedo vuelve tan feroz como hacía tiempo que no venía.

Hay días en que por muchas palabras que se digan nadie las escucha, que por muchas excusas que se inventen nadie se las cree, hay días en que por muchos círculos de humo que hagamos nunca se apagará este maldito cigarrillo.

Hay días en que gritar no tiene sentido, en que las bombillas se rompen por el calor, hay días en que el cielo es del color de las hormigas, y las hormigas tienen frío, días en los que no suena el teléfono, en los que debería llover y no lo hace, días amargos como los dulces a deshora.

Hay días en que no hay ni un solo abrazo, días en los que se necesita, días de preguntas sin respuestas, de besos en el aire, de copas vacías, de ventanas mojadas, de cartas marcadas, de derrotas injustas.

Hay días en los que el cuerpo duele, y el alma suspira.
Hay días en los que los hechiceros no saben ni contestan.
Hay días en los que la repisa no está sobre las puertas, ni las puertas tienen pomos para abrir, ni bisagras, ni pintura, ni casi puerta.

Hay días de repasar de fotos, de recordar, de huir, de temer, de esforzarse en dormir, hay días para soñar, días para morir un poco, días para resucitar.
Hay días para leer poesía, para beber hasta perder el control, hay días en los que uno añora añorar, hay días en los que no merece la pena vivir, hay días en los que nada ni nadie conseguirá que nos pongamos de acuerdo.

Hay días en los que sería mejor rendirse.
Hay días para pensar. Días sin noche, ni despertar, ni madrugada, ni sueños.
Hay días en los que te sientes tremendamente solo. Días feos, grises, días muertos.

Hay días de cartas de amor, sin amor ni dirección.


Para un día de esos.
De nuevo Mikel Erentxun.
'Cartas de amor (cuando ya no hay amor)'