jueves, 29 de enero de 2009

EL FONDO DE LA PISCINA

El fondo transparente y húmedo de la piscina me hace pensar. Me relaja.
Lo malo es que nada mas salir del agua el timbre del móvil me recuerda que se ha acabado el paréntesis.
Este maldito teléfono no para de sonar, y su estruendo luminoso no me deja ni siquiera pensar con firmeza. Reconozco que tú voz a través de las ondas era dulce, casi inapreciable, cuántas veces te dije que te quería por teléfono, ¿recuerdas?...

El cielo está empezando a oscurecerse. Amenaza lluvia. Mientras, la televisión sigue recordando de fondo que estamos en crisis, y la verdad es qeu a mí me da exactamente lo mismo.
En este instante sólo me apetece soñar. Dormir un rato. Si estuviera dormido nada sería como es ahora. Todo cambiaría de color, de forma, de olor. Podría volver a verte. Podría volver a acurrucarme. Podría decirte todo lo que nunca me atreví a decir por cobarde, mediocre o miserable...

Tus manos dejaron de ser jóvenes hace mucho tiempo. Tus ojos no.
Recuerdo aquel último minuto. Recuerdo el calor menguante de tus dedos, el penúltimo y suave parpadeo. Recuerdo a diario ese momento y aunque parezca mentira no me entristece sino más bien todo lo contrario ¿sabes?..., me alegra de que pudiera estar allí. Contigo. Sé que eso te hizo recuperar la paz que perdimos un mal día.

Ojalá el cielo tenga reservado para mí un lugar muy cerquita del tuyo. Sí. Sé que es pronto para ir a verte, pero a veces tengo la sensación de que aquí sobro y que haría mejor largándome.

Te extraño mucho. Ahora mismo, mientras suena la melodía de ese maldito último anuncio de antes de las noticias, ahora mismo, mientras las gotas comienzan a golpear los cristales de mis ventanas y el perro de la calle empieza a ladrar porque siente la lluvia caerle encima.

Ojalá pudiera volver al agua. Pero para siempre. El fondo de la piscina me relaja, me hace pensar. Hoy, como ayer y como mañana, he vuelto a hacerlo, he vuelto a pensar en tí.
Seguro que anoche, como cada noche, volviste a bajar mientras me dormía para arroparme... seguro que con los primeros rayos de luz del amanecer, mientras yo estaba a punto de despertar, te marchaste en silencio, deseando que pasaran las horas lo más rápido posible para volver a casa a cuidarme.

Durante el día suelo pensar en tí. Por las noches miro a cada instante la luna con la esperanza de que tú hagas lo mismo, coincidamos y podamos volver a hablar aunque sólo sea un instante.

Quiero que vuelvas a salir del baño y me digas de nuevo aquel gracias hijo, quiero acortar la distancia que me separa de tí, quiero recuperar aquellas muecas de desaprobación cómplices de mi sonrisa cuando percibías el olor de la habitación recién pintada, quiero que aquel último suspiro se convierta en eterno, que me acompañe siempre, y yo, algún día, pueda llegar a querer a alguien como tú me quisiste a mí...

El fondo trasparente de la piscina y húmedo de la piscina refleja mi alma.
Por fí he descubierto dónde encontrarte...

No hay comentarios: