No me pregunteis porqué pero hoy es un día triste.
Mientras los faros de aquel coche se alejan de mi mirada perdida el bosque se aleja. Hoy más que nunca. Para mi desesperación.
Nadie entenderá nunca porqué puede llegar a volverse contra tí el espíritu de empatía que siempre he desarrollado.
Ni las canciones, ni los viajes, ni las voluntades perdidas son, -nunca lo fueron- suficientes para resistir los envites del sufrimiento.
Anoche veía Siete Almas. Es una película extraordinaria. Distinta. Debo confesar que aún no la terminé de ver, quizá lo haga ahora.
Mañana o pasado, en cuanto tenga un hueco, veré Sobreviviré. A ver si así entiendo los devaneos, las contradicciones, las excusas y los eufemismos.
Ojalá hubiera un tienda donde comprar un poquito de orgullo.
Y un poquito de comprensión.
Creo que me las merezco.
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