sábado, 17 de enero de 2009

UN ABRAZO

Esta mañana necesito un abrazo. Un abrazo de estos tuyos, de esos que me dabas cuando veías que yo me acercaba y me arropaba contigo de pequeño, un abrazo de esos que me dabas para que dejara de hacer pedorretas en tus brazos...en aquellos largos veranos a sólas, mientras tu apoyabas los pies en la silla azul, aquella silla de cantaor venido a menos que tanto me gustaba, con su cojín y sus flecos, con sus patitas repintadas de celeste una y otra vez de tanto usarlas.

Esta mañana necesito un abrazo. Un abrazo a tu forma. Un abrazo de reconciliacion tras las peleas. Un abrazo de chocolate y largas caminatas en ciudades extrañas. Un abrazo de madre como si lo fueras.

Desde el más allá o desde el cielo. Desde el infierno o desde la habitación de al lado donde sé que has dormido desde que te fuiste para protegerme y estar tan cerca de mí que muchos días puedo sentirte como si aún estuvieras conmigo.

Desde donde quiera que estés, abrázame. Hace mucho que no voy a verte, pero quiero que sepas que siempre te tengo en mi cabeza, que no te olvido, que todos estos días de ausencia han sido sólo un paréntesis insignificante hasta que pueda volver a sentarme contigo como en aquella foto tan fea que ni siquiera sé si llegaste a ver alguna vez y que yo guardo con tanto cariño.

Esta mañana necesito un abrazo. Un abrazo de los tuyos.

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