
En efecto. Siempre se ha dicho. Todo el mundo lo sabe, y yo últimamente lo he vuelto a comprobar.
Desgraciadamente en el mundo que vivimos dos tetas abren puertas. Rompen cuellos. Provocan silbidos. Engatusan. Roban. Excitan. Defraudan.
En efecto. Dos tetas tiran más que dos carretas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario