viernes, 29 de enero de 2010

VIENDO LA TELEVISIÓN

Los médicos borrachos en Haití nos han devuelto la conciencia de la maldad del ser humano, lejos de la solidaridad rosa de los americanos.

Los promotores y estafadores hacen huelga de hambre pero comen polvorones.

El recuerdo de la niña violada y quemada viva por 'el Rafita' impide que podamos perdonar a semejante personaje por muy compungido que salga en las entrevistas.

Marta sigue sin aparecer. Y no hay derecho.

Las presentadoras de televisión no tienen cerebro y sí muchas tetas.

Los adolescentes saben que no les pasará nada si pegan a sus profesores, y se mean literalmente en las esquinas de las clases.

Los políticos ganan en siete años su jubilación dorada.

Cada día que pasa el hambre, el sida y el cáncer ganan terreno pero eso no impide que vivamos más y ¿mejor?.

El mundo está frenando cada día su rotación y sólo se discute por Cristiano Ronaldo.

Nos entretienen con Grandes Hermanos y la crisis agudiza; los japoneses se echan las manos a la cabeza con las cifras de paro de Andalucía.

El Falla está repleto, pero nadie va al museo.

Mi vecino el barandista ya ni siquiera es barantista; cobra dos pensiones distintas, una ayuda del Gobierno, el paro, el subsidio por barandista, y se pasa el día entero viendo la televisión...

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