Lo siento pero ya no queda nada del perfume, de la cita a deshora, del abrazo traicionero, de la fiebre que nos engatusó, de las palabras bonitas pero envueltas en mentiras, de la pasión desmediday heterogenea.
Lo siento pero ya no queda nada de tí aquí conmigo. Nada porque lo maté. Nada porque no quiero. Nada de nada.
Lo siento. Siento que ya no haya sueños de primera, incordios de media hora, papeles arrugados, sonrisas fingidas, películas que nunca ví, libros que regalé, cuartillas en blanco que rompí.
Lo siento pero ya no queda nada en mi de tu silueta. Nada de esfuerzo, nada de soportar, nada de nada.
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