¿ECHAMOS UN POLVO?

Siglo XXI. Las tetas mueven el mundo, pese a quien le pese.

Las viejas teorías de la conspiración nunca fueron ciertas. Al final es la falda, o mejor dicho, lo corta que sea la falda, la que hace que tú y que yo nos volvamos por la calle, gritemos o babeemos.

Hay ideas contrarias, puritanas costumbres y versiones contrapuestas. No importa.

Un presidente americano decidía su política sanitaria mientras le hacían una felación. Normal. Dicen que se piensa mejor mientras te la chupan...

La concentración es esencial. Hay que pensar en otra cosa, me dijeron hace poco, para no llegar a la meta antes que tu pareja.

Yo he conocido mujeres que soñaban con follar, he conocido mujeres que huían antes de follar. Yo he conocido mujeres que follaban con sus parejas pensando en mí y mirando retratos de Audrey, mujeres que no sabían qué era el orgasmo hasta que no lo lograron conmigo, mujeres de hoteles, mujeres de usar y tirar, mujeres que me utilizaron y que me lo dijeron, mujeres al aire libre, en la playa, en la cama, en una calle sin salida, en el coche o en el sofá.

El sexo es vital. Gusta o se odia (normalmente más lo primero). Y es el culpable de que los curas no piensen en dios la mayor parte del tiempo y sí lo hagan en jovencitos.

Hay quien rueda películas porno pensando en hombres. Algunos dicen que son machistas. Pero es curioso, las mujeres follando son como hombres, también devoran.

El sexo une a las personas, y también las separa. El sexo decide, ampara, miente o dispara. El sexo destina, viola, reconduce, mantiene y rejuvenece.

¿Has pensado en la abstinencia?, ¿lo has intentado?

El ser humano lo necesita, lo ansia, lo antepone, lo adora.

En pleno siglo XXI las tetas siguen moviendo el mundo.

Hoy es noche de cohetes, ¿echamos un polvo?