Faldas cortas, piernas largas, calor al resguardo de las llamas de fogatas improvisadas en el alma.
Los coches pasan a toda velocidad y ellas mueven ligeramente sus manos.
La noche cae sobre el polígono. Grupos de jóvenes beben a las puertas de un remozado club de alterne mientras las estrellas y los aviones juegan en el cielo a confundir el destello de sus luces.
Faldas cortas, espíritus inquietos, melenas al viento.
La vida pasa deprisa en el mundo, pero allí parece detenida por el tiempo.
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