domingo, 4 de julio de 2010

DOMINGO DE DOMINGO


Hueles a rosas frescas. Sabes a bizcocho de limón recién hecho. Sientes cercana, miras hablando y recuperas la conciencia unos minutos antes de volver a quedarte dormida.

En tus sueños mis labios humedecen los tuyos. Odias las esponjas del baño sin espuma. Te reconoces extraviada cuando mi teléfono no suena.

El mar ahí enfrente. Las olas violentas del temporal pueden con tu conciencia y te excitan como lo hicieron anoche, como lo harán mañana.

Hueles a incienso, a velas perfumadas, a saliva, semen y a esfuerzo.

No hay noticias del sudor de las gordas. Este domingo de domingo casi se acaba.

Recuerda que seguimos siendo los mismos.

Gracias por el abrazo.

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