A VECES

A veces ocurre que echas de menos a personas que no están. Y que esas mismas personas que no están ya te han olvidado.

A veces ocurre que las personas a las que echas de menos las tienes delante, o detrás, encima; a veces debajo. Y que esas mismas personas a veces también están sobre ti, detrás tuya, encima o algunas veces debajo.

A veces ocurre que sigues los rastros. Que te encuentran. Que te pierden. Que te preguntan, que te olvidan, que te dicen que te recuerdan o ni siquiera lo dicen aunque lo hagan.

A veces ocurre que un baño de sal líquida no es suficiente. Que las alcantarillas no tienen la capacidad suficiente para tragarse toda nuestra saliva. Que quienes nos olvidaron realmente no lo hicieron, que quienes dicen que no nos recuerdan no dejan de hacerlo. Que olvidar es fácil pero duele.

A veces ocurre que olvidas a gente. Que gente te olvida. Es la cadena que mueve el mundo. Es la ruleta rusa de la vida. Gente que olvida a gente. Gente que sonríe, te llama, te busca, te recuerda y te quiere.

A veces.