domingo, 1 de agosto de 2010

PARA SI MISMO

Uno escribe normalmente para si mismo. Sí. Para que le lean también, pero sobre todo para uno mismo.
Es algo que siempre he pensado. Nada como congratularse por unas líneas, satisfacer el ego creador, morir de optimismo para, a la siguiente mañana, releer y romper lo leído.

Menos mal que las nuevas tecnologías son hábiles para eso. Nada de romper. Todo es acumular. Todo sirve. Todo se aprovechea.

En ese sentido, los blogs son una herramienta muy útil. Aunque repasar lo escrito es peor que ver fotos guardadas durante años con el polvo del cajón, es peor que beber una ginebra con tónica como la que yo me estoy bebiendo ahora, tostado por el sol matinal en una cala de Conil, caliente como una estufa.

Uno escribe normalmente para si mismo. Con tilde o sin ella. Este blog lo leeis algunos. Otros no. Da igual.

Es mi pizarra particular. Mi cuartilla en blanco interminable. Mi paño de lágrimas. Mi promesa.

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