Yo, la verdad, es que creo a Contador. Sí. Sé que la excusa de la carne suena baladí, pero es real.
Además, un poco de clembuterol (o como se diga), no puede hacer que un ciclista suba puertos y se recorra en bici más de 3.500 kilómetros durante tres semanas por sí solo.
Si en el fútbol se realizaran estos controles tan exhaustivos que sufren algunos ciclistas muchos se quedarían sorprendidos...
En fin. Yo, de verdad, creo a Contador.
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