De vuelta al tajo. Se acabaron las vacaciones, el mundo se viene abajo, llegan los síndromes, y finalmente nada pasa, todo sigue igual, todo regresa a la normalidad sin más cambios que los que algunos nos vendieron. Cuánto me gustaría cambiar, volver a la mediocridad si es que alguna vez salí de ella, cuánto me gustaría volar, aprender a volar para irme tan lejos que ni siquiera mi memoria pudiera encontrarme...
Es miércoles. Apenas dos días y aun conservo la calma. A ver cuánto dura...
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