miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL POLICÍA CORRUPTO (II)

En todas las historias policíacas siempre hay un policía corrupto. Pero a mí me interesa más el policía pánfilo, aquel que se caracteriza por haber soñado de pequeño con vestir el uniforme y ahora tan sólo sueña con que su jefe lo llame a filas y le acaricie el cogote agradeciéndole lo bueno que estaba el café que le ha traído al despacho hace cinco minutos.

En la historia de la rusa que la chupaba también hay un policía corrupto. Y otro pánfilo. Esa historia no deja indiferente a nadie, recuerda que somos humanos y que como tales cometemos errores por duplicado.

A aquella rusa de nalgas prietas y cerebro despiadado la jugada le había salido mal. Tenía un hijo de corta edad, fruto de la relación prosaica con el jefe de la banda que traía a las chicas del Este.

Ella sabía que aquel trabajito era el más importante de su vida. Si lograba dejar satisfecho a su cliente 'especial' conseguiría todo lo que deseaba, una mejor habitación, el 35% del dinero de sus clientes, y sobre todo el reconocimiento del resto de las chicas por ser la 'preferida' del club...

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