
Mi sexo es de plastilina. Por eso nunca conseguiré el título oficial de binguero.
Sexo de plastilina es igual a corazón de platero.
Y un platero tiene aristas, tiene huecos en su alma, recurre a la poesía, paga cervezas improvisadas, escribe libros con retales de su vida, compra helados a distancia, vende su alma al mejor postor a cambio de un poco de amor.
Mi sexo es de plastilina. Los domingos se endurece pero el lunes vuelve a reblandecerse a la vez que lloran los niños que van al colegio.
Mi sexo es de plastilina. Moldeable, sincero, atroz a veces, mediocre otras tantas.
Binguero frustrado y en ocasiones arrepentido.
Platero desastroso, la mayoría de noches platero herido.
Mi sexo es de plastilina. Escuela de bingueros.
Ése será mi voto.
1 comentario:
jajajaja
Publicar un comentario