domingo, 22 de julio de 2012

Diez

Cuento hasta diez y en el nueve siempre llegas tú. Como entonces, en aquel coche desvencijado que nos ocultaba de la luna para hacer el amor.

Qué más da si él también estaba allí. Al final pudimos. Vencimos al cielo estrellado, cambiamos nuestros nombres por otros, tomamos prestado el elixir de la juventud.

Mis cajones ya no me miran. Oigo llorar pero ya no somos nosotros.

Cuento hasta diez y en el nueve siempre apareces tú. Como entonces. Maquillada de forma ténue, vestida de muñeca, oliendo a jazmín.

Qué más da si él también estaba allí. Al final supimos que el final estaba cerca, nos dimos cuenta de que llovía demasiado fuerte, y de que no tenía sentido arrancar de cuajo todas las flores de la estación.

Es una lástima. Cuento hasta diez y ya no te escucho. Ocho, nueve, diez,... antes siempre llegabas tú...

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